viernes, 27 de marzo de 2015

Contaminación en Beijing: ¿se puede vivir así?




¿Os podéis imaginar qué representa esta imagen? Es algo sorprendente e impactante. 

Un fotógrafo chino, Bei Yao (喂妖), realizó la siguiente fotografía, en la cual se han superpuesto 14 fotografías desde el mismo sitio (la Plaza de Tiananmen) entre el 4 y el 17 de marzo de 2013. El objetivo de este trabajo de fotografía consiste en mostrar los cambios en la calidad del aire de una forma visual.
¿No es algo que pone los pelos de punta? ¿No os asustaría vivir en un lugar así? 


Portada de un periódico 
de la provincia de Fujian


Esta situación de contaminación no es ninguna novedad. De hecho, los niveles de contaminación de las grandes ciudades de China se han empezado a conocer en estos últimos diez o quince años, en los que el país chino ha iniciado su desarrollo y ya se habla de una de las potencias económicas más ricas de la actualidad. 

Hace ya cinco años, ocurrió un fenómeno extraño donde los haya: Beijing se despertó con un fuerte viento, arena en las calles y el cielo de color naranja. Las causas principales de esta catástrofe natural son las siguientes: sobreexplotación de las tierras, la desforestación, la urbanización y la sequía. Más de 270 millones de personas se vieron afectadas por tal tormenta de arena.

Un año después de esta tormenta de arena, la población de Beijing ha adoptado la siguiente mentalidad:

  • ¿Qué mascarilla me pongo hoy? ¿La gris o la azul? La primera está pensada para los días despejados; la segunda, para las situaciones de emergencia.
  • Usan una aplicación del móvil para saber el Índice de Calidad del Aire. 
  • ¿Salgo a hacer ejercicio al aire libre hoy? ¿Salgo a dar un paseo? ¿Me quedo en casa? Si está en 50, aprovechan para salir a la calle y hacer actividades al aire libre. A partir de 200, más de uno decide ponerse una máscara y no hacer deporte. Si sobrepasa los 300, es probable que los niños no salgan de clase en los recreos. Cuando llega a 500, muchos deciden encerrarse en sus casas.
  • ¿Me mudo a otra ciudad? Si tuviera un hijo, ¿permitiría que viviera en este ambiente?

Beijing en 2010 y 2013, respectivamente

A principios de marzo de 2015, una periodista Chai Jing decidió subir a la web un documental ecologista, titulado Under the dome, con un doble fin: por un lado, pretendía reflejar los serios problemas de contaminación que están experimentando muchas ciudades desarrolladas de China y, por otro lado, buscaba concienciar a la población china (y también internacional) para dar con soluciones efectivas. Así es como ella demuestra su preocupación por la vida de los ciudadanos de Beijing, sobre todo de su hija. 
A continuación, os copio el enlace para que podáis ver la primera parte del vídeo. Vosotros podéis acceder sin problemas a este vídeo. Sin embargo, en cinco días desde su publicación, las autoridades chinas vetaron el acceso a la población china, puesto que el debate que se produjo empezó a inquietar a los funcionarios chinos.
Enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=PjHyAl0h4t8&index=1&list=PLxU79dQZwwJPkEaR1jM8iJQS0L9iMopog

La periodista Chai Jing en la presentación de su documental

Finalmente, quería exponer mi opinión en cuanto a este tema que afecta a todas las personas que viven en China. Considero que a nivel global se trata de un proceso complejo, puesto que está totalmente atado a los intereses de las petroleras y de personas con un nivel adquisitivo muy elevado.

Sin embargo, quien tiene la palabra y en quien repercute esta situación es principalmente en el pueblo, en los ciudadanos de a pie, en la gente humilde que vive su día a día respirando aire contaminado. Así pues, si cada uno de ellos es capaz de concienciarse sobre este panorama que les afecta a todos, cada uno podrá aportar su granito de arena. Y ya no se trata solamente de su propio beneficio, sino del bienestar de las generaciones futuras que nacen en un mundo ya contaminado.

Por último, considero un sinvivir y una angustia tremenda tener que depender de una aplicación del móvil para estar informado día tras día del índice de contaminación que contiene el aire.  No considero justo que alguien tenga que adaptarse a esas condiciones atmosféricas, es decir, de la misma manera que a mí no me gustaría encontrarme en esas circunstancias, tampoco se las deseo a nadie. Debe de ser duro mirar al cielo y no ver ni nubes blancas, ni el cielo azul, ni estrellas; ver únicamente esa horrible nube de contaminación.

作者: Sandra Jiménez Barrilado

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada, Sandra, se nota que has trabajado el tema. Sólo añado una pincelada: en realidad, no es un tema de petroleras, sino de que las fábricas que rodean Pekín funcionan aún quemando carbón. Cuando llega algún mandatario, o en ocasiones especiales (juegos olímpicos, etc.), se corta la producción, y el aire en un par de días está practicamente limpio.
    Las tormentas de arena es tema aparte y un viejo amigo de los pekineses, porque las ha habido toda la vida. No ayudan a mejorar la calidad del aire, pero son un fenómeno atmosférico como otro cualquiera (de hecho, la reforestación de las afueras de Pekín contribuye bastante a pararlas...).

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    1. Gracias por tu aclaración.
      Por otro lado, espero que tarde o temprano sean conscientes de los perjuicios que ellos mismos se están provocando. Sé que es una utopía pensar que los mandatarios y altos cargos van a sacrificar sus intereses para reducir la emisión de gases, pero considero que no solamente deberían pensar en ellos, sino en las nuevas generaciones: sus hijos, sus nietos, sus sobrinos...quienes ya nacen en una ciudad contaminada y donde es prácticamente imposible vivir sin una mascarilla.

      Sandra

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